Si el 93% de la comunicación proviene de códigos no verbales, cuando nos comunicamos por WhatsApp ¿cómo completamos el mensaje? Inventándolo.

Hoy día cada vez es mayor la comunicación por aplicaciones como el WhatsApp lo que hace que la comunicación tenga que ser claramente interpretada. Es cierto que los emoticonos ayudan a darle una expresión a la frase escrita, pero aunque las expresiones de las emociones sean prácticamente comunes en diferentes culturas la interpretación de los emoticonos difiere en muchas ocasiones de una persona a otra.

Por otro lado, al ser los mensajes más o menos cortos se limitan a palabras que intentan ser concisas, por lo que el deseo de que la emoción llegue puede hacer que la dureza de las palabras suba.

Cuando dos personas discuten por WhatsApp se encuentra todo el rato  interpretando  frases sueltas, así como  intentado comprender los silencios como si la persona estuviese cara a cara sin pensar que hay mil cosas más que tendríamos que tener en cuenta.  Vamos a un ejemplo:

  • Un “Ya te vale” en comunicación cara a cara tendría una validez de tan solo el 7% ya que el resto lo completaría el lenguaje no verbal.
  • Ese “Ya te valepor teléfono podría interpretarse hasta un 51% gracias al tono de la voz, el  énfasis de la persona…
  • En comunicación por WhatsApp lo que tendría que valer un 7% pasa a valer un 100%. Pero ¿quién añade el 93% restante? Cada cual.

Un mismo mensaje puede ser interpretado de diferentes maneras en función del estado anímico de la persona que lo reciba, del tiempo libre que tenga en ese momento para leerlo, de lo que esté haciendo…. lo que puede llevaros a malos entendidos.

Por lo tanto, si te ves discutiendo con alguien a quien quieres por WhatsApp, antes de entrar en una escalada de despropósitos que van a haceros mucho daño, es momento de proponer un café de urgencia. Que más vale una conversación cara a cara que mil emoticonos amarillos.

 

Z.Karranza

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