
Ziortza Karranza Ramírez – Directora del centro
Desde pequeña sentí una profunda vocación por ayudar a las personas, por comprender la vida en todas sus formas y, especialmente, por acompañar en momentos de dificultad. Me licencié en Psicología por la Universidad del País Vasco en 2005 (nº colegiada: B-03343), y desde entonces no he dejado de formarme ni de dejarme guiar por la curiosidad y el amor por lo humano.
En 2009 fundé el Centro de Psicología Gurenduz, que desde entonces dirijo, con la ilusión de crear un espacio donde poder acompañar desde la cercanía, el respeto y el conocimiento. Me especialicé en sexología (Máster en el Instituto Incisex), lo que me permitió comprender mejor los vínculos, el deseo, el amor y la complejidad de las relaciones. También me formé en duelo, trauma y terapia EMDR, motivada por mi interés en los procesos de pérdida, situaciones traumáticas y transformación. Creo firmemente que la muerte es una gran maestra que nos recuerda el valor inmenso de la vida.
Durante varios años coordiné la Comisión de Emergencias del País Vasco, experiencia que me permitió intervenir en situaciones traumáticas con una mirada profesional pero también muy humana.
La familia, como núcleo donde se gesta el ser humano, me ha llevado a formarme también en terapia sistémica y terapia centrada en soluciones. Además, he cursado estudios en psicooncología pediátrica, criminología, e igualdad de género.
Mi forma de trabajar combina lo técnico con lo emocional. Me gusta acompañar procesos con profundidad, autenticidad y una mirada integradora que abarque todas las dimensiones de la persona.
Y todo este conocer lo comparto en 3 áreas principalmente:
Divulgación
La divulgación: Los medios de comunicación son una herramienta que me permiten poder difundir conocimientos sobre psicología y sexología. Desde hace ya más de diez años colaboro en diferentes medios tanto radio como televisión acercando los beneficios del conocimiento a diferentes públicos. Y para poder estar más cerca de la gente ofrezco ponencias en diferentes espacios y a distintos colectivos.
Formación
La formación es mi segundo fuerte. Nelson Mandela decía que la educación es la mejor arma que podemos usar para cambiar el mundo, y teniendo en cuenta además que quien enseña aprende dos veces, es un placer para mí poder compartir conocimientos en las diferentes formaciones que ofrezco.
Terapia
Por último pero no por ello menos importante tenemos la terapia. La terapia ofrece un refugio donde la persona se permite explorar y reflexionar sobre aquello que en un momento determinado de su vida le es complicado. Comenzar un proceso terapéutico nos permite un renacer, donde aprender a enfrentar las dificultades que la vida nos da de una manera más positiva y satisfactoria.

Marta Montes
Siempre me ha fascinado la complejidad del ser humano, y eso fue lo que me llevó a estudiar Psicología. Me licencié por la Universidad del País Vasco en 2003 (nº colegiada BI02898), y desde entonces me he dedicado a acompañar a personas que atraviesan momentos de malestar, búsqueda o transformación.
Empecé trabajando en el ámbito de los trastornos alimentarios, y con el tiempo me fui centrando en la ansiedad, la depresión, la gestión emocional y el duelo. La pérdida de seres queridos me tocó de cerca y me llevó a profundizar en cómo vivir el dolor desde un lugar también lleno de amor y crecimiento.
Como psicóloga y también como madre, sé lo importante que es encontrar a alguien que te escuche de verdad, sin juzgar, que te comprenda y te acompañe desde el respeto. Yo misma he vivido mi propio proceso terapéutico, y por eso entiendo lo valioso que es poder abrirse en un espacio seguro.
Mi manera de trabajar se basa en crear ese espacio de confianza, en el que puedas sentirte acogida, entendida y acompañada para explorar tus emociones, superar tus bloqueos y construir una vida más serena y satisfactoria.
Estoy formada en Psicología General Sanitaria, Psicología Clínica, intervención con mujeres en situación de violencia, y Psicología del Trabajo. Mi enfoque es cercano, respetuoso y adaptado a cada persona.

Nerea Almazán
Hace más de diez años decidí que quería dedicarme a construir un mundo más feminista, más diverso y más libre. Por eso, desde entonces, me dedico en exclusiva al acompañamiento terapéutico con personas de colectivos minorizados, supervivientes de violencia y quienes buscan sanar sus heridas en un espacio seguro, libre de juicios y cercano.
Mi camino comenzó en Bolivia, acompañando a mujeres que habían sufrido violencia machista. Desde entonces, he tenido el privilegio de caminar junto a muchas personas en sus procesos de transformación. Me apasiona la vejez, especialmente el trabajo con mujeres mayores, sus cuerpos, sus historias, sus miedos y su sabiduría, tan olvidada por nuestra sociedad.
A los 21 años viví una experiencia muy potente con la muerte de una amiga muy querida, que cambió por completo mi forma de entender el duelo. Desde ahí me especialicé en procesos de final de vida, y es una de las áreas que más corazón pongo en mi trabajo.
También me apasionan los vínculos en todas sus formas: relaciones de pareja, familiares, de amistad o afectos sin etiqueta. Me encanta acompañar a parejas en sus dinámicas, ayudándoles a mejorar la comunicación, la conexión y la sexualidad desde una mirada amorosa y respetuosa.
Vengo de una historia vital compleja, con traumas personales, y sé lo que es pensar que “lo mío no tiene solución”. Mi propio proceso terapéutico me enseñó que sanar es posible, aunque las cicatrices permanezcan. Por eso, me comprometo a ofrecerte un espacio donde puedas ser tú misme, con tus luces y tus sombras, y donde podamos buscar juntes nuevas formas de vivir y sentir.
Mis formaciones más destacadas incluyen: especialización en duelo (IPIR), psicogerontología (UB), sexualidad, inteligencia emocional y terapia sistémica.